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Techos, cielos rasos y calados

Techos, cielos rasos y calados

Techos

El techo es el elemento que cubre la casa. Consta de dos partes: la estructura de soporte y el material de recubrimiento. La estructura puede ser de madera, guadua o metal y el recubrimiento debe ser de teja de barro, de zinc o asbesto cemento, placas de concreto, hojas de palma o paja.

Hay cubiertas planas o inclinadas; las inclinadas pueden ser de una, dos o cuatro aguas. La pendiente de los techos varía según el material. El buen funcionamiento de éstos, para no tener problemas de goteras, depende de  una pendiente correcta.

 

Reparación de techos

El verano es el mejor tiempo para darle una mirada al estado de los techos y hacerle mantenimiento y limpieza.  Varios aspectos  incluyen una buena revisión:

· Chequear que el estado del manto asfáltico,   protector de la madera y la estructura del techo, esté seco y sin rotos.

· Revisar las tejas quebradas y cambiarlas para que el agua no llegue al manto asfáltico.      

· Limpiar las canoas y retirar las hojas secas y basuras que puedan taponar los bajantes.

 

Cielos rasos y calados

Por su posición, los techos reciben directamente el sol y producen  calor, sobre todo si las tejas son metálicas. En zonas calientes no es conveniente que el calor entre a la casa, por eso es útil poner cielo raso que separe el techo del interior.

El cielo raso es un aislamiento que mejora la temperatura de los espacios,  por la capa de aire que queda entre el techo y el cielo raso. También disminuye el ruido de la lluvia y da un mejor acabado.

Igualmente, como el aire caliente es más liviano que el frío, éste se va a la parte alta de las casas. Por esto para mejorar la temperatura es bueno dejar una cámara de aire entre el cielo raso y la cubierta y poner calados para que el aire circule.

En climas fríos poner un cielo raso no deja que el aire caliente del interior se vaya, lo cual ayuda a mantener la casa caliente.

Para ventilar la casa se puede utilizar calados, los cuales son piezas perforadas de ladrillo o bloque, madera, guadua o cañabrava.

En las zonas cálidas son especialmente útiles, pues cuando el aire caliente sube a la parte alta de la construcción, los “calaos” le permiten su salida y así se refresca ese espacio.

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